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Yoga en El Bosque.

Actualizado: 25 jul 2020



La primera vez que tome contacto con el yoga fue por el año 2004, cuando estaba en la universidad. Una amiga de la universidad me invitó a ir a una clase de yoga. Había leído algo sobre el tema pero casi nada. Salí encantada de la primera clase.

El yoga es el método más profundo que existe para conseguir la integración de cuerpo, mente y espíritu. Te ayuda a mantenerte en el presente gracias a la respiración evita que tu mente vuele hacia el pasado o el futuro. Por eso yoga significa UNIÓN.

Cada persona que se acerca a esta técnica milenaria pasa por 4 etapas:

1. Etapa inicial (Arambha Avastha). Empezamos a tomar conocimiento de nuestro cuerpo. Aprendemos a movernos en el espacio de una forma consciente. Iyengar se refiere a esta etapa como “rasgar la superficie”. Aqui nuestra práctica es más física con asanas y pranayamas sencillos.

2. Etapa recipiente (Ghata Avastha). En este punto podemos empezar a experimentar cómo los cambios físicos afectan a nuestra mente. Ser más conscientes de aspectos más sutiles, de la respiración, de la unión entre el cuerpo-mente. Comienza el proceso de purificación del cuerpo (nuestro recipiente). Se introducen en nuestra práctica prayanamas (ejercicios de respiración) algo más complejos.

3. Etapa de crecimiento (Parichaya Avastha). Nuestra práctica no es meramente física. Ya tenemos una conexión con nuestra mente, sintiendo la integración entre cuerpo y mente. Se comienzan a realizar trabajos de introspección.

4. Etapa de consumación (Nispattia Avastha). Cada asana que realizamos es una meditación en movimiento. Ya no hay distinción entre cuerpo y mente. Ya no hay pasado o futuro sólo presente.

Aunque hay diferentes estilos de yoga siempre se cumplen estas etapas. Se pasa de lo más burdo (el cuerpo), la energía más densa, a lo más sutil (la conciencia).

Cada estilo de yoga intenta prevenir el estrés, promover actitudes positivas, recuperar la vitalidad, mejorar la forma física alcanzar el equilibrio emocional, mayor control sobre tus emociones y sobre la mente.

El yoga que hacemos en El Bosque es Hatha yoga (de la línea del maestro Swami Visnudevananda), que es una combinación de todos. Pero hay que tener presente que hay tantos estilos de yoga como practicantes, ya que cada práctica se tiene que adaptar al alumno. Tienes que conseguir hacer de una práctica colectiva una práctica individual.

Al ir tomando mayor conciencia corporal vas a saber cómo ajustar tus asanas. Sin olvidar que el profesor estará para ayudarte y guiarte. Pero recuerda que eres tú el mayor responsable de tu cuerpo.

Podemos clasificar los diferentes estilos de yoga en 5 tipos principales:

· Karma yoga. Sendero de la acción desinteresada.

· Bhakti yoga. Sendero de la devoción.

· Gñana yoga. Sendero del estudio, de la indagación.

· Raja yoga. Sendero de la introspección.

· Hathta yoga. Sendero del equilibrio de las energías internas.

En realidad, no se puede establecer una separación estricta entre los diferentes estilos ya que al final se van integrando unos con otros. Cada persona tiene que dar con el que más se ajuste a su personalidad.

El Hatha yoga era originalmente una técnica de Raja yoga. Significa literalmente el yoga de los Reyes, dando a entender que la mente es el Rey que está por encima del resto del cuerpo.

Para conocer su origen tenemos que viajar a India, S.III a.c, donde encontramos los Yoga Sutras de Patanyali. Este libro, el más antiguo de yoga, es una recopilación de los preceptos de yoga.

Dentro de sus prácticas más importantes son la realización de asanas (posturas físicas) y pranayamas (ejercicios de respiración). Todo es un proceso preparatorio para meditar. Purificar el cuerpo a través de las asanas y calmar la mente gracias a los pranayamas.

Según Patanjali la secuencia del yoga se compone de 8 grados, conocidos como Ashatnga yoga, y dentro de esta estructura tenemos el yoga físico.

Estos ocho grados son:

  1. Yama. Código de conducta social. Actitudes de conducta que armonizan la relaciones sociales.

  2. Niyama. Código de conducta personal. Armonizan el mundo interior del practicante.

  3. Asanas. Postura física. Según Patanjali debe ser una postura firme pero confortable. Dentro de este punto encontramos los diferentes estilos de yoga físico que conocemos (hatha, iyengar, asthanga, bikram…)

  4. Pranayama. Prana= energía, Yama= control. Ejercicios de respiración para controlar nuestra energía. Si controlas tu respiración controlas tu mente.

  5. Pratayahara. Abstracción de los sentidos. Llevar la mirada hacia el interior de nuestro cuerpo para limitar los estímulos exteriores.

  6. Dharana. Concentración mental. Cuando los estímulos externos desaparecen y podemos fijar nuestra atención en un solo punto.

  7. Dhayana. Meditación, cuando el alumno le libera del pensamiento. Cuando consigue alcanzar la esencia del objeto de meditación.

  8. Samadhi. Meta de todos los yoguis, el estado elevado de la consciencia. No hay dualidad, hay esencia.

Cuando estés practicando yoga piensa que tu cuerpo es el vehículo y la mente es el conductor, y siempre deben estar en equilibrio. Al principio se puede ver la práctica del yoga como una secuencia de posturas raras, en algunos casos imposibles, pero ten presente que con la práctica, la observación, podemos notar cambios sutiles en nuestro interior.

Te darás cuenta que ante situaciones que antes eran difíciles, trás un tiempo practicando yoga, notarás que pueden ser gestionas mejor. Como cuando estás en una asana. Quizás al principio estes muy incomodo, tu mente te dirá que quiere salir de la postura. Observa tu respiración. Dirige esa respiración a donde tengas más tensión. Busca estar en paz en cada asana.

Todo esto aplicalo a tu vida cotidiana. El yoga comienza cuando sales de tu esterilla, cuando sales de la escuela.

Da lo mismo las razones por las cuales te hayas acercado a esta ciencia milenaria. Solamente disfruta del camino.

Namaste

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